Internet está lleno de información, mucha de ella es sumamente útil, pero no toda cumple con dicha característica. De hecho, es más sencillo toparse con un virus o una oferta engañosa, que encontrar los datos que estamos buscando. Esta es una realidad de la que no escapan los usuarios que desean consultar abogados divorcio Cáceres serios y responsables, por eso es conveniente estar atentos a los profesionales malintencionados.

Precisamente las personas interesadas en divorciarse, son las mayores destinatarias de las ofertas engañosas de falsos o fraudulentos abogados ¿Cómo lo hacen? De la misma manera en que proceden los vendedores estafadores: prometen lo que no pueden cumplir.

Un ejemplo de tales casos son aquellos portales web que prometen divorciarle en tiempo record, a un coste con el que nadie puede competir e, incluso, ofrecen realizar parte de sus servicios de forma gratuita. Aunque estos anuncios sean muy atractivos, generalmente son la antesala del engaño.

En este sentido, tengamos en cuenta que los distintos Colegios de Abogados, recomiendan las tarifas que los profesionales pueden cobrar por sus honorarios. De esta manera, aseguran que no se genere entre ellos una competencia desleal, ni sean afectados sus clientes con el pago de cantidades excesivas. Partiendo de ello, debe resultarnos sospechosa aquella oferta que esté por debajo de tales recomendaciones.

Como resultado de dichas estafas, los clientes terminan pagando más de lo prometido, o bien, tienen al frente de su caso a una persona que no está capacitada para resolver su situación. Así mismo, suele ocurrir que el abogado contratado ejerce funciones de un gestor, y prácticamente no mantiene contacto con el cliente.

Lo señalado anteriormente, debe llevarnos a reflexionar sobre la relevancia de los casos en los que necesitamos de la participación de los abogados. En definitiva, se trata de asuntos donde están involucrados intereses familiares, laborales o mercantiles y los errores pueden generar grandes pérdidas.

De igual forma, ha de servirnos para denunciar oportunamente a quienes se dedican a estafar a sus clientes, mediante estas faltas a la deontología profesional. Y, por último, es la razón por la que tenemos que ser cuidadosos y priorizar la reputación del abogado, por encima de sus honorarios.